El mercado europeo de clubes languidece y la situación es dramática. Por ello, Gislason ofrece soluciones:
"mi idea es expandir la Liga de Campeones a una especie de Liga Mundial de Clubes", dice el entrenador al periódico Spiegel Online. "Tendrá que suceder necesariamente," agrega.
Gislason cree que es posible, en principio, construir en cada continente algo similar a los grandes equipos europeos ya establecidos, como el THW Kiel, el FC Barcelona o el Montpellier. Cada continente podría tener uno o dos super-equipos profesionales, en condiciones de hacerle fuerza a los equipos europeos .
"Un equipo creado en Arabia sería factible sin ningún problema", dice Gislason. También lo sería en Qatar, anfitrión de la Copa Mundial de 2015, o en El Cairo, donde el balonmano es muy fuerte y podríá también haber un equipo coreano.
¿Podría haber algunos clubes de Argentina, Brasil o Chile participando?
A Gislason se le cruza por la cabeza que puede haber un equipo sudamericano (habla específicamente de Buenos Aires y del gran trabajo que hace Argentina con los juveniles), pero la realidad es que el poderío económico estaría del lado brasileño, donde es perfectamente factible imaginar una "selección brasileña local, que juegue con la camiseta de un club" y participe en esta liga mundial.
Sin embargo, el entrenador parece pensar más en "inventar" un equipo en Estados Unidos, el mayor mercado de deporte en el mundo, que preocuparse por los sudamericanos.
Obviamente, Gislason sabe que se necesitaría pactar en Europa un calendario de partidos totalmente diferente al actual debido a los grandes viajes que habrá que realizar. En otras palabras, lo que él desea es "agrandar" la Champions League abriéndola a todo el mundo con partidos de "ida y de vuelta" en etapas tempranas para terminar quizás jugando un Final Four en algún lugar del mundo.
Claro, de concretarse esta idea, la EHF (Federación Europea de Handball) perdería el control de su principal competencia que pasaría a manos de la IHF (Federación Internacional de Handball) lo que de por sí sería un gran problema.
Obviamente, Gislason sabe que se necesitaría pactar en Europa un calendario de partidos totalmente diferente al actual debido a los grandes viajes que habrá que realizar. En otras palabras, lo que él desea es "agrandar" la Champions League abriéndola a todo el mundo con partidos de "ida y de vuelta" en etapas tempranas para terminar quizás jugando un Final Four en algún lugar del mundo.
Claro, de concretarse esta idea, la EHF (Federación Europea de Handball) perdería el control de su principal competencia que pasaría a manos de la IHF (Federación Internacional de Handball) lo que de por sí sería un gran problema.
Por otra parte, la HF "tiene prohibido por estatutos" negociar con clubes y sólo "habla" con las Federaciones Nacionales, por lo que el sistema de clasificación debería ser similar al de la Champions League donde clasificarían los mejores de cada país sin que se pueda pensar en "franquicias".
La idea parece muy lejana, pero cuando entren en juego los petrodólares de los países árabes, todo podrá ocurrir.

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