Comentábamos días atrás la necesidad de explorar nuevos sistemas de competencia en el handball panamericano ya que el sistema actual no parece ayudar mucho en la mayoría de las categorías: dos equipos se han cortado en la punta, por lo que algunos países deciden directamente no preocuparse por el partido semifinal, reservando sus mejores jugadores para el juego por el tercer puesto que otorga el último cupo al mundial. Por otra parte, se ha llegado al extremo que equipos califiquen al mundial luego de disputar sólo UN partido en la primera jornada, lo que es francamente insólito.
Si bien lo anterior era una sugerencia de cambio, hay otras cuestiones actualmente aplicadas en las competencias de la Federación Panamericana que no parecen ser muy lógicas y que deberían modificarse a la brevedad, aún antes de comenzar a analizar si conviene o no el sistema de competencias con semifinales. En esta segunda entrega avanzaremos sobre una de ellas
Nos referiremos aquí al orden de las filas de mérito para el sorteo de los Campeonatos Panamericanos.
La Federación Panamericana de Handball indica que éstas se realizan en virtud de las posiciones obtenidas “durante el último campeonato panamericano”.
Esto era lógico para un sistema de dos divisiones (con ascensos y descensos) como existía anteriormente en el continente. En la actualidad, con el sistema de clasificación por regiones, este ordenamiento en las filas de mérito parece anacrónico. Si bien es correcto que un campeonato panamericano defina el orden de mérito para el siguiente, ese orden debería ser para la región y no para el equipo que lo obtuvo. Porque en dos años todo puede cambiar, y porque un equipo puede no clasificar para el siguiente Panamericano. Así funciona en la IHF para los Campeonatos Mundiales. ¿Para qué cambiarlo en Panamérica?
El sistema “por regiones” de la IHF implica, por ejemplo, que si Brasil terminó en la quinta posición del Mundial Adulto Femenino 2011, habrá en el sorteo del Mundial 2013 un equipo de la Federación Panamericana en la fila de mérito 2 (sistema de competencias integrado por 4 grupos). Pero esa posición NO será necesariamente para Brasil, sino que será para el Campeón del Torneo Clasificatorio previo (en este caso, para el equipo ganador del Campeonato Panamericano 2013).
Si no actuamos de esta manera, nos encontramos con situaciones un tanto confusas y con inequidades. Paraguay terminó tercero en el último regional sudamericano, pero es ubicado en las filas de mérito por debajo de Venezuela que terminó último en la misma competencia. Esto porque VEN jugó el último Panamericano (terminó en último lugar) y Paraguay no lo había hecho. Síntesis, Paraguay fue al sorteo compartiendo la última fila de mérito con un equipo debutante, de una región debutante, como Costa Rica. A priori, parece poco lógico.
Lo mismo podría suceder en el próximo Panamericano Adulto Masculino de Uruguay. Cuba no jugó el último Panamericano 2012. Si los caribeños ganasen el torneo Nor.Ca. clasificatorio, jugaría el Panamericano 2014 pero irán probablemente a la última fila para el sorteo acompañando a un equipo de la región centroamericana (que es la más débil de la región)
Analicemos lo que esto podría implicar:
Dado que el próximo Campeonato Panamericano Adulto Masculino se jugará en Uruguay, éste país podrá elegir grupo. Como nos basamos en el último Campeonato Panamericano, ya sabemos que la fila de mérito 1 será ARG/BRA y la fila dos será CHI/URU.
Uruguay ya evita a Chile por compartir fila, asi que seguramente elegirá el grupo contrario a Cuba (si este país clasificara, claro). Esta elección es lógica porque Cuba seguramente estará equiparado con un debutante absoluto en los Panamericanos. Síntesis: En un mismo grupo jugarán ARG (o BRA), Chile y Cuba.
Nadie puede anticipar los niveles del año próximo, pero a priori ambos grupos quedarían completamente desbalanceados.
Lo mismo aplicaría al Campeonato Panamericano de Clubes. Como decíamos en otro artículo, de utilizar este sistema, los dos equipos argentinos deberían compartir grupo ya que SAG Villa Ballester, actual campeón argentino, podría ser relegado a la última fila de mérito a pesar de que River y AACF Quilmes terminaron en tercer y cuarto lugar de la última competencia continental de clubes.
Son sólo tres ejemplos para demostrar que el sistema es erróneo. La posición se debe ganar para la región, y no para el país, y los equipos se ordenarán de acuerdo al último campeonato clasificatorio (en su región).
Ojalá se analice cambiar esta regla para venideros campeonatos panamericanos porque los dos grupos quedan desparejos y hay mejores opciones para ordenarlos.
Por otra parte, vemos que los equipos de la región Nor.Ca. (Norte-Caribe) han buscado la forma de no jugar su clasificatorio para el Panamericano Adulto Femenino y no sería raro que la situación volviese a ocurrir. ¿Para que jugar ese torneo si se inscribieron 4 equipos cuando había cuatro lugares en juego para el Panamericano?
Con lugares en juego para el mundial, la posición en las filas de mérito en un Campeonato Mundial no es un hecho menor.
¿Se hubiese jugado el Nor.Ca si la posición final importase para obtener una mejor fila de mérito?
Aquí, cada uno ya sabía el lugar que le tocaría en el sorteo, aún sin jugar el clasificatorio.
Seguramente, el Nor.Ca. y su suspensión será un tema a tratar por los directivos de la Federación Panamericana de Handball cuando se reunan durante el Campeonato Panamericano de República Dominicana. ¿Algún directivo propondrá hablar también de los sistemas de competencia?
No hay que olvidar que Chile se quedó afuera del Panamericano Femenino (y de la posibilidad de pelear por un lugar en el Mundial) por un mal sistema de competencias en Sudamérica. De la misma manera, filas de mérito injustamente planteadas pueden privar a un equipo de llegar a un mundial. No es un tema menor!!
En la próxima entrega (la tercera de esta serie), hablaremos del orden de partidos en los campeonatos panamericanos. Otra situación que no parece del todo correcta hoy en día.
Como siempre, los comentarios son bienvenidos.